(Contado por Ainhoa)
Salí de mi casa contentísima por aquel concierto. Iba muy bien maquillada,llevaba puesto un vestido rosa palo,para pasar aquella noche en la que mi madre ya me había advertido de que no hablara con extraños,que siempre fuera al lado de mis amigas y que al terminar el concierto fuera directamente a mi casa. Salí de mi casa hacia la esquina de un concesionario de coches. Allí estaban todas mis amigas esperándome. Ninguna se esperaba que yo fuese vestida así.
-¡Tía,tía! Que guapísima vas!-Me decía mi mejor amiga,Amanda dándome una vuelta con su mano.
-Gracias.-Le dije sonrojada- Es que joder,para una vez que viene a cantar un grupo tan importante como es el de Glee aquí,no voy a desaprovechar la ocasión de ponerme este vestido.
Todas me miraban de arriba abajo. Cogimos el autobús para ir al recinto donde se iba a hacer el concierto. Mis ojos brillaban más que nunca. Sentía que mi corazón iba a mil por hora. Estabamos de pie,esperando a que empezara el concierto. Me puse en la primera fila,al lado de un chico con una camiseta verde y unas bermudas blancas. Era castaño y estaba vuelto de espaldas.
-Tía,¿has visto al chico que está al lado tuya?-Me decía Amanda.
-Sí,¿que le pasa?-Le respondí.
-¿No lo ves? Está super bueno.
-Hija,¿no puedes fijarte en otra cosa?-Me reí.
El concierto comenzó poco después y el chico que estaba a mi lado se puso de frente. La verdad es que sí,Amanda tenía razón. Era muy guapo. Tenía los ojos color caramelo,los labios eran finos y su nariz era perfecta. Empezaron a cantar ''Don't stop believing'' esa canción me encantaba. Miraba a mi amiga como cantaba conmigo. Yo estaba vuelta de espaldas,él también. Se echó un poco para atrás y su espalda chocó contra la mía.
-Oh,perdona,¿te he hecho daño?-Me preguntó tocándome el hombro.
-No,no importa.-Le dije riéndome.
-Es que soy muy torpe,y con este concierto que llevo tanto tiempo esperando me emociono y no hay quien me pare.-Dijo él también sonriendo.
-¿Eres fan de Glee?-Le pregunté.
-Claro. Me encanta,sobre todo la canción ''You are the only exception''.
Sonreí. Era mi canción favorita.
-La mía también! Rachel lo expresó todo en esa canción.
Al termino del concierto,Amanda y las demás se fueron,pero yo no hice caso a las indicaciones de mi madre y me quedé con ese chico que era fan de Glee.
-Por cierto,no me he presentado,soy Ainhoa.-Le dije.
-Yo tan poco,que mal educado.Me llamo Joel.-Joel,hasta el nombre era bonito.
-¿Eres de aquí de Madrid? -Le pregunté sentandome en una silla del bar que había enfrente del recinto.
-Sí,soy de Madrid. Del mismo centro.¿Tú también?-Me preguntó.
-Sí.
(Contado por Joel)
Estuvimos hablando durante un buen rato. Aquella chica tenía algo en la mirada que la hacía especial. No sé si era su color de ojos,el mismo que el mío. Color caramelo. Su sonrisa blanca impoluta o yo que sé. Me reía con cualquier cosa que decía.
-Oye,¿nos damos los teléfonos para quedar?-Le dije.
-Claro.-Dijo ella sonriéndo.
Me dio su teléfono escrito en una servilleta de papel llena de aceite que había encima de la mesa.
Aquella servilleta la guardé como oro en paño.
-Oye,¿vives lejos de aquí?-Me preguntó.
-No,no muy lejos. ¿Quieres que te acompañe a tu casa?-Le propuse. Ella aceptó. La acompañe hasta su casa. Me dio dos besos con esos labios con los que había soñado toda la vida.
Me fui a mi casa me acosté y me puse el iPod. Seleccioné la canción 239,''You are the only exception''. Cada vez que pronunciaba esa frase,me acordaba de ella y de todo su ser.
A la mañana siguiente me levanté aún pensando en ella. Aunque era verano,mi madre tenía por costumbre levantarme sobre las diez y media. Me pegó a la puerta aunque yo ya estaba despierto. Me vestí y me puse una camiseta blanca con unas bermudas de bañador y mis sandalias negras. Fuí a sacar al perro y mientras el perro hacía lo que le parecía yo miraba su número en mi móvil. Lo apreté fuerte,en ese momento me llamó mi madre al móvil.
-Joel,se me ha olvidado decirte que compres el pan.
Me acerqué hacia una panadería cerca de donde estaba. Dejé el perro fuera,y vi que había una cola increíble. Me dí la vuelta para ir a otra panadería pero la persona que estaba detrás mio me detuvo. Era ella,la persona que estaba en mi cabeza desde ayer...Tenía los ojos rojos,pero me sonrió.
(Contado por Ainhoa)
Mi madre me levantó para que fuera a por el pan,después de aquella noche en la que por fín pude ver al Glee Club en directo. Esa misma mañana mi novio,me había dejado por un sms. Era un auténtico cabronazo. Fui a la panadería de mi barrio a comprar pan. Entré y me encontré con quien menos esperaba encontrarme. Era Joel,tenía una sonrisa de oreja a oreja. Le sonreí para disimular al menos algo.
-¿Ainhoa?
-¡Joel! Que sorpresa. ¿Qué haces aquí?-Le pregunté.
-Nada,que estaba paseando al perro y he acabado aquí. ¿Y tú?-Me preguntó
-Pues que mi madre me ha mandado a comprar el pan.-Le respondí.
Los dos compramos lo que nos tocaba y salimos de la panadería.
-Oye,¿que te pasa? Tienes los ojos rojos-Me dijo quitándome el rastro de las lágrimas húmedas que habían dejado debajo de mis ojos.
Nos sentamos en un banco del parque y se lo conté todo.
-Es un cabrón. Encima que me desprecia delante de sus amigos,va y me deja por un sms. Sin decirmelo a la cara.-Empecé a llorar de nuevo. Él me abrazó y me dio un beso en la mejilla.
-Sí,es un verdadero cabrón. No sabe lo que se pierde.
Le miré y me salió una sonrisa y él me abrazó.
-¿Quieres venir a mi casa,que mi madre se ha ido y te tranquilizas allí?-Asentí. Necesitaba alguien que me apoyara en ese momento. Solté el pan en mi casa,y me dirigí con Joel a la suya.
Entramos en su habitación y nos sentamos en su cama.
-¿Quieres algo?-Me preguntó amablemente.
-Sólo un poco de agua.-Le respondí.
Me trajo el vaso y bebí un sorbo de aquella agua. Estaba bastante buena y me calmó durante un rato. Él me hacía reir,y me hizo feliz durante un instante. Se me había olvidado porqué estaba llorando...